Las inestabilidades combinadas de la rodilla pueden resultar un desafío difícil de diagnosticar y de tratar. Habitualmente se ha dicho que una inestabilidad anterolateral y una posterolateral son contrarias y no es posible resolver ambas en el mismo paciente, debiendo elegirse por aquella que se creyera más relevante. Sin embargo, hay casos que contradicen tal afirmación, como el de esta paciente de 17 años de edad con ambas inestabilidades en relación a una cirugía previa que fue insuficiente. En este caso, se resolvió con una tenodesis anterolateral y una reconstrucción del ligamento poplíteo-peroneo. También presentaba una lesión del cartílago que fue tratada con dos cilindros autólogos de la misma rodilla.