Es un caso de una osteocondritis disecante muy grande en el cóndilo femoral lateral de la rodilla derecha de un jugador de fútbol de 18 años de edad, quién tras un golpe leve inicia derrame de repetición y dolor en la parte lateral de su rodilla. En este caso, la única alternativa válida para restaurar un defecto tan grande era trasplantar un cóndilo con cartílago fresco. Asimismo para recuperar la correcta alineación y proteger el injerto, fue necesario corregir la alineación con una osteotomía varizante de fémur.